El Juzgado Especializado de Sentencia para una Vida Libre de Violencia y Discriminación para las Mujeres de San Salvador condenó a 60 años de prisión a un hombre que mató a balazos a su excompañera de vida luego de que ella rechazó volver con el asesino.
El condenado es Saúl Ernesto Alvarado Zaldaña, quien fue declarado culpable de los delitos de feminicidio agravado y tenencia, portación o conducción ilegal o irresponsable de armas de fuego.
La víctima fue identificada como Kenny Marisol Juárez Romero, de 22 años de edad. Ambos, el asesino y la víctima, tenían una hija y su relación se había terminado tiempo atrás, debido a la violencia física que Juárez Romero sufría por parte de Alvarado Zaldaña motivada por celos.
La conducta violenta del condenado fue tal que la víctima tuvo que cambiar de residencia junto a su hija.
El día del crimen, durante una visita acordada para ver a la menor, Alvarado Zaldaña pidió conversar a solas con Juárez Romero y la condujo a un lugar aislado, donde le propuso retomar la relación.
La joven se negó, y ante la negativa, el asesino sacó un arma de fuego y le disparó en dos ocasiones, provocándole la muerte.
La Policía Nacional Civil reportó el hallazgo del cadáver de la mujer y tres días después informó sobre la captura de Alvarado Zaldaña como principal sospechoso.
Durante la vista pública, la Fiscalía presentó como pruebas informes de geolocalización que ubicaron al imputado en el lugar del hecho, rastros de sangre de la víctima en su calzado y el arma utilizada en el crimen.
El juzgado concluyó que Alvarado Zaldaña actuó con la plena intención de causar la muerte de su expareja, valiéndose de la relación de confianza para aislarla en un sitio de difícil acceso.
En consecuencia, lo condenó a 50 años de cárcel por feminicidio agravado y a otros 10 años por tenencia y portación ilegal de armas de fuego.
